El estudio analiza el impacto de la producción de aguacate en Michoacán, México, líder mundial en este cultivo, sobre la pobreza y el bienestar regional. Aunque la industria genera empleo y riqueza (con ingresos anuales de hasta 600 mil pesos por hectárea), los resultados muestran que no hay diferencias significativas en los niveles de pobreza entre municipios productores y no productores, según pruebas estadísticas (prueba Z). Esto sugiere una concentración de beneficios en pocos actores (empacadoras, exportadores), sin una distribución equitativa. Además, la expansión del cultivo ha causado daños ambientales (cambio de uso de suelo, escasez hídrica) y amenazas a la soberanía alimentaria. El estudio concluye que el crecimiento económico no garantiza bienestar multidimensional, destacando la necesidad de políticas que integren desarrollo social, sostenibilidad y equidad.