El ensayo es una reflexión frente la incertidumbre global del lenguaje como competitividad. El lenguaje como actividad humana no puede reducirse a la simple descripción de evidencias para comprobar los efectos de su uso, cada usuario es una realidad particular. El ser humano tuvo que desarrollar el lenguaje y después emprender los caminos de la dialéctica y la retórica, cuando notó que debía defender un derecho, en ese momento, se dio cuenta de que existían normas que contenían argumentos más contundentes que otros, que algunos concedían a ciertos principios más validez que a otros, y esto no dependía sólo de la calidad de los argumentos sino de una serie de factores culturales que rebasaban por mucho un trabajo meramente formal sobre el ordenamiento social. El lenguaje abre un panorama de posibilidades sobre conceptos antropológicos y dar aplicabilidad al principio pro persona.
You may also start an advanced similarity search for this article.