Las pymes deben centrarse en la creación de valor, para sobrevivir en el mercado y crecer constantemente de forma competitiva en el mundo globalizado que las aqueja. Sin embargo, dada la gran variedad de actividades que una PYME puede dedicar al mercado, su desempeño actual no ha sido adecuado y su situación en el mundo competitivo y en el mercado económico desde hace tiempo no ha sido adecuada.
La competitividad de las PYMES se mide en función de tres factores o indicadores clave, entre los que se destacan el desarrollo financiero, el grado de tecnología aplicada y los costos. De los resultados obtenidos se afirma que la confiabilidad depende de tener un plan maestro de producción que garantice la eficiencia del proceso y aumente la productividad. El estudio permite afirmar que el control administrativo de las operaciones también promueve la competitividad. Todo lo anterior se refleja en un desempeño financiero correcto
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