El desarrollo del talento humano en puestos directivos puede ser un factor relevante y aportar mucho en el incremento de la competitividad en las empresas. El problema identificado para esta investigación radica en que muchos empleados no se desarrollan eficientemente en las organizaciones donde trabajan, fundamentalmente debido a la incompetencia emocional de sus jefes. La pregunta de investigación es, por lo tanto ¿Podrían ser la inteligencia emocional, empatía y motivación las competencias que deberían desarrollar los directivos del siglo XXI para conducir con mayores probabilidades de éxito a incrementar la competitividad de las empresas que dirigen? Este trabajo es una investigación documental de tipo exploratorio descriptivo que tiene por objetivo analizar la relación entre las habilidades emocionales directivas y la competitividad en las organizaciones, considerando a la persona como elemento diferenciador. Los resultados muestran las competencias emocionales necesarias en directivos a fin de hacer más competitivas a las organizaciones.
También puede {advancedSearchLink} para este artículo.